Los procesos y la mejora continua en la Propiedad Horizontal

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Los procesos existen en cada rutina de nuestra vida, incluso levantarse en la mañana, bañarse, vestirse, desayunar, cepillarse los dientes y salir a coger transporte, son una serie de pasos que dan inicio al proceso de ir a trabajar. En una empresa los procesos son importantes ya que ayudan a organizar actividades grandes y pequeñas y nos ayudan a observar qué podemos mejorar en pro de la optimización de nuestras labores.

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Aquellos que hayan visto la película, “Los Increíbles” pueden recordar la escena donde el jefe de Bob Parr (el protagonista) le indica “Una empresa es como un gran reloj suizo sólo funciona cuando todos los pequeños engranajes encajan bien”, esos engranajes a los que se refiere son los miembros de la organización y la manera en que se conectan sus procesos.


Hacer que una empresa opere con base en procesos o mejora de los mismos no es fácil, implica reconocer si la organización tiene los conocimientos técnicos, herramientas y métodos adecuados para ejecutarlos. Además del apoyo y autoridad de los directivos para incentivar la pronta implementación.


Una copropiedad está conformada por colaboradores y directivos, y cada uno desempeña un rol en la organización, como un engranaje, todos trabajan como equipo y concentran sus esfuerzos en alcanzar objetivos comunes, como en cualquier organización .


Sin embargo, así como en las organizaciones, en una copropiedad se presentan dificultades durante el desarrollo de las actividades, por ejemplo la contratación de un proveedor cuya entrega no se hace en el tiempo pactado, o cuando se entrega y queda mal hecho, ¿se ha preguntado quién sufre? ¿y qué consecuencias trae para toda la operación?


En respuesta a estas preguntas, las consecuencias generalmente son retrabajos, es decir, se deben volver a hacer las actividades, y esto afecta el tiempo, los costos, y recursos que no se tenían contemplados antes. Por ejemplo: en costos se debe volver a contratar a otro proveedor y pagarle, en espera si fuese un gimnasio o un mantenimiento a una zona social, los directamente afectados son los residentes, y como efecto dominó, empiezan la impaciencia y las quejas).


Para evitar retrabajos y desperdicios, aparece la metodología Lean Six Sigma, donde los primeros pilares de Lean nacieron del esfuerzo de Taylor y Ford por mejorar algunas técnicas y optimizar procesos de producción en serie, sin embargo, a finales del siglo XIX estos primeros pasos fueron llevados a un grado de excelencia y sofisticación por los japoneses, iniciando su implementación en la industria del textil con Sakichi Toyoda y su empresa llamada Toyoda Automatic Loom.


La invención de Sakichi se debió a la época de recesión que se vivía en Japón, esto le exigio aprender a hacer más con menos y ser eficiente y productivo al extremo, por lo que incorporó un dispositivo (alarma) a la máquina y cada vez que se detectaba un error, se suspendía el proceso, lo cual evitó producciones defectuosas, y problemas de calidad en la confección.


Junto con su hijo Kiichiro trascendió esta técnica y otras que revolucionaron la industria del automóvil, así nació Toyota y su espíritu inquebrantable por la producción sin desperdicios y la cultura basada en las personas. Fue tal su importancia que trascendió barreras y empezó a diversificarse en otros sectores de la industria, como: Lean Construction, Lean Laboratory, Lean Healthcare, Lean IT, Lean Higher Education, Lean Accounting, Lean Startup, Lean Logistic, Lean Services y Lean Government. Ejemplo de ello es Intel que apostó por ella y redujo la fabricación de chips de 14 semanas a 10 días, Kimberly Clark ganó eficiencia en sus operaciones, pero más que eso, personas comprometidas, leales y apasionadas por la mejora.


Por otro lado, Six Sigma, es una metodología de mejora de procesos creada en Motorola por el ingeniero Bill Smith en la década de los 80. La cual se dinamizó en General Electric. Esta metodología es una combinación de mejores prácticas que se basa en las estadísticas y calidad más sobresalientes, aprovechando técnicas Lean para eliminar desperdicios.


Todas las empresas, tanto de servicios como manufactureras, presentan desafíos que ponen en riesgo el éxito de sus procesos de negocio. Los retos pueden ser muchos y aparecer en todas partes, lo que dificulta saber por dónde empezar, qué problemas deben resolverse y cuándo. Lean Six Sigma, puede ser ese cambio en la administración que la propiedad horizontal estaba esperando. Si quieres aprender a identificar y eliminar desperdicios, redirigir tu comunidad hacia la grandeza, crecer, desarrollar el know how del personal, recoger la cosecha y lo más importante haz feliz a tus residentes.


Conoce más en la segunda parte de nuestro artículo en el siguiente enlace.